Crítica realizada por Gabriel Peralta para la publicación web CRITICA TEATRAL (24-06-10)

La obra Bestia de bestias permite al espectador acceder a una intimidad de perfiles oscuros, en donde las palabras y las acciones van creando un clima de tensión, cuyo desenlace no deviene en una explosión sino, por el contrario, implota en el alma de quien nos cuenta su historia.
Es todo un acierto el modo que el dramaturgo Gustavo Lista desmenuza cómo una persona se va convirtiendo en una máquina ambiciosa, en que cada triunfo deportivo, aparte de depararle un ascenso en lo social-económico, lo lleva a vivir en un mundo ilusorio, donde todos los valores se trastocan, y en el cual es él quien impone las reglas, ya que el endiosamiento en que lo coloca la sociedad (y la maquinaria que hay detrás de él para endiosarlo) le hace perder todo contacto con la realidad. De ahí que cuando este ídolo-deportista choca abruptamente con el mundo real, la construcción que ha hecho de si mismo se desmorona y se hunde hasta profundidades sin límites.
Esta radiografía esta presentada a través de un atrapante thriller, en que el suspenso es la puerta hacia el horror.
Todo el mundo interior del personaje trasciende en su cuerpo mediante la intensa interpretación del actor Sebastián Iglesias, que permite un claro mapeo de ese alma, tanto cuando se encrespa como cuando se hunde en su resignada tristeza..
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